Desafios de la Vida

martes, 16 de agosto de 2005

Hay días.....

Hoy mi ánimo cayó bastante, pensé mucho, me percaté de algunas cosas....ok, digamos que fluctué entre varios sentimientos. Me acordé de un par de poemas que conozco desde hace muchos años, de Porfirio Barba jacob, los busqué y los pongo a consideración. Más que unos versos, son el modo de ver los hechos, los sucesos que envuelven nuestras vidas:

Canción de la Vida Profunda

Hay días en que somos tan móviles, tan móviles
como las leves briznas al viento y al azar.
Tal vez bajo otro cielo la gloria nos sonríe
la vida es clara, undivaga y abierta como un mar

Y hay días en que somos tan fértiles, tan fértiles,
como en abril el campo que tiembla de pasión,
bajo el influjo próvido de espirituales lluvias
el alma está brotando florestas de ilusión.

Y hay días en que somos tan sórdidos, tan sordidos
como la entraña oscura de oscuro pedernal:
la noche nos sorprende con sus profusas lámparas
en rútilas monedas tasando el bien y el mal.

Y hay días en que somos tan plácidos, tan plácidos
¡niñez en el crepúsculo! ¡lagunas de zafir!
que un verso, un trino, un monte, un pájaro que cruza
y hasta las propias penas nos hacen sonreir.

Y hay días en que somos tan lúbricos, tan lúbricos
que nos depara en vano su carne la mujer;
tras de ceñir un talle y acariciar un seno
la redondez de un fruto nos vuelve a estremecer.

Y hay días en que somos tan lúgubres, tan lúgrubes
como en las noches lugubres el llanto del pinar.
El alma gime entonces bajo el dolor del mundo
y acaso ni Dios mismo nos pueda consolar.

Más hay también ¡Oh tierra! un día, un día, un día
en que levamos anclas para jamás volver.
Un día en que discurren vientos ineluctables
un día en que ya nadie nos puede retener

El Espejo

¿Mi nombre? Tengo muchos: canción, locura, anhelo.
¿Mi acción? Vi un ave hender la tarde, hender el cielo...
Busqué su huella y sonreí llorando,
y el tiempo fue mis ímpetus dominando.

¿La síntesis? No se supo: un día fecundaré la era
donde me sembrarán. Don Nadie. Un hombre. Un loco. Nada.

Una sombra inquietante y pasajera.
Un odio. Un grito. Nada. Nada.

¡Oh desprecio, oh rencor, oh furia, oh rabia!
La vida está de soles diademada...


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